Hola, aquí puedes leer lo que dicen de mí para saber cómo se sienten las mujeres a las que ya he podido ayudar o estoy ayudando:
Ángela
Beatriz es para mí apoyo incondicional, luz, comprensión y amor.
«Llegué a ella movida por la necesidad de encontrar a alguien que me ayudase a transitar el proceso vital tan complicado que me había tocado vivir: la infertilidad.
Conocí su proyecto Mamá Original a través de su web y tanto su fotografía como su presentación me acercaron a ella desde el primer momento. Me atrajo mucho que ella misma hubiese pasado por un proceso de infertilidad, pero más aún como transmitía su historia, esa positividad, naturalidad y sentido del humor tan característicos en ella.
No lo dudé. Inmediatamente solicité la primera sesión con ella. Desde el principio, sentí su cercanía y autenticidad. No pretende mostrarse como alguien que no es.
Te escucha de una de las maneras más activas y empáticas que he visto.
Te comprende y hace una de esas devoluciones de información que te permite ver que en ese momento está plenamente contigo y que te ha entendido a la perfección (mejor que yo a mí misma, a veces). Esa capacidad me maravillaba.
Por eso es luz para mí. Llegas a la sesión envuelta en tus sombras y ella va iluminándolas con su escucha, con sus palabras, su sonrisa y su mirada.
Es comprensión. No me he sentido juzgada en ningún momento por ella. Te permite a través de preguntas muy acertadas y de multitud de técnicas que seas tú misma quién hagas descubrimientos. Me gusta de ella que tenga un estilo ecléctico en el que emplea diferentes estrategias de intervención según la necesidad: visualizaciones, relajación, proyecciones en el futuro, la integración de hemisferios, el tapping, etc. Es muy creativa en su forma de trabajar, no sigue un esquema fijo en sus sesiones sino que se adapta a ti en cada momento.
Siempre he salido de su consulta sintiéndome mejor que cuando entré. Eso no siempre me había ocurrido en otras terapias.
Es amor. Siempre se muestra compasiva y cariñosa. Es sensible. Se emociona contigo. Sientes que le importas verdaderamente.
Te ayuda aportando su propia experiencia, lo que en mi caso me ha ayudado muchísimo, pero siempre guardando el equilibrio y sabiendo que tú eres en ese momento el objetivo.
Con ella he trabajado el duelo de perdidas gestacionales, el dolor por la infertilidad, sentimientos de culpabilidad y diferentes miedos en el embarazo. En todo ello he mejorado notablemente gracias a su ayuda.
En el tránsito por la terapia logré quedarme embarazada ¡dos veces! Aunque tristemente una de ellas fue una estrellita que no llegaríamos a tener en nuestros brazos. He vivido situaciones muy extremas con ella: auténtica alegría y auténtico dolor y sufrimiento. Ella ha estado presente siempre. Tanto en los mejores momentos como en los peores. Y no solo en las sesiones presenciales sino también por teléfono cuando lo he necesitado en momentos de desesperación. Y otra vez SIEMPRE me ha mostrado su disponibilidad y apoyo incondicional.
Uno de los aspectos fundamentales en los que se ha basado el trabajo ha sido la aceptación. Aceptar la realidad, que no resignarse a ella. Y aceptar las emociones, reconociéndolas y sintiéndolas, no luchando contra ellas.
La aceptación es difícil de conseguir pero en mi caso es donde más paz he encontrado y lo que me ha empujado a seguir adelante y a continuar siendo proactiva para conseguir mis sueños, aunque quizá no de la manera en la que tenía planeada.
Cuando llegué a ese aprendizaje, llegó mi bebé.
Gracias y mil veces gracias por todos esos momentos en los que me has ayudado a encontrar la calma que necesitaba. Y gracias por acompañarme siempre tan de cerca ahora en mi nuevo embarazo. Sé que mi alegría es tu alegría.
Finalmente, gracias por ayudarme a conseguir lo más importante de mi vida: nuestro Mario».
Gabriela
Gracias a Beatriz dispongo de un espacio donde mis emociones no son juzgadas, son entendidas y explicadas. Gracias a su terapia dispongo de ejercicios y herramientas para ayudarme.
«Yo a Beatriz le debo una, o más bien unas cuantas, la más importante que mi cabeza siga sobre mis hombros y que la nube de la infertilidad no me amargara aún más mis días.
La descubrí por accidente, de un post, seguí un link, y terminé viendo su youtube sobre el duelo. Pese a haber pasado por tres abortos, ser diagnosticada de infértil, inmensidad de foros, médicos y el psicólogo… ¡Nadie hasta entonces me había explicado el principio de mi desazón!
Gracias a Beatriz dispongo de un espacio donde mis emociones no son juzgadas, son entendidas y explicadas. Gracias a su terapia dispongo de ejercicios y herramientas para ayudar a controlar todas las emociones que vienen asociadas a este viaje por la ‘fertilidad con obstáculos’.
Beatriz tiene respuestas, tiene tiempo y tiene capacidad de ayudar. Saber que nos ayuda a tantas es por algo.
¿Conclusión? Mi momento ha llegado. Estoy de 19 semanas disfrutando de eso que he anhelado durante años.
Habla con ella, seguro que te AYUDA».
Yoli
Y de repente aparece Beatriz, y me hace parar…
«Soy una mujer tan corriente como cualquiera y tan extraordinaria como todas… y hace unos años descubrí que tenía un súper poder … el de levantarme una y otra vez tras cada negativo que me decía, que ese mes tampoco sería madre …el de llorar las lágrimas más amargas, sentir una tristeza inexplicablemente profunda, para luego ser capaz de recomponerme y disfrutar de todo lo maravilloso que sí me había regalado la vida … pero en el fondo de mi ser, no me rendía … sabía que llegaría a ellos… Y por fin pasó.
Os resumo 4 años de búsqueda de nuestros hijos….
Sin ninguna patología diagnosticada emprendimos nuestro viaje inmensamente felices… a los 6 meses…. y por defecto profesional empecé a buscar ayuda, sin ser consciente de la magnitud de todo lo que vendría después: 3 FIV en la seguridad social, con 3 transferencias y una cancelación… bye bye me dijeron!! Durante ese tiempo peregrinación a todos los especialistas de más renombre de Madrid, muchas pruebas, muchos pinchazos…. dolor físico además y emocional….
Diagnóstico tardío de endometriosis y adenomiosis severa y profunda, con dolor crónico, que termina en operación y extirpación bilateral de trompas…. Duelo… me robaban un pedazo de mí…de mi feminidad… de mi yo… luego descubrí que mis trompas no me definían….
Pero fue un recorrido muy duro…
Búsqueda de clínica privada… hacer números… y seguimos con los tratamientos: 1 FIV, cancelada; y pasamos a ovodonacion (no hubo duelo genético, mis genes tampoco me significan… madre es la que ama y cuida…. y yo les quería sin tenerlos)… Y así llegamos a 3 tratamientos de ovo donación, y 6 trasferencias, todas negativas. Destrozados física y mentalmente, y con el corazón roto…. decidimos parar, nos quedan 2 embriones congelados de 3 días.
Los dolores de la endometriosis y la adenomiosis se hacen insoportables, consultamos a un especialista de Madrid (todo pagando… menudo agobio), y decido operarme en julio de 2019, segunda operación, esta más profunda y con mayor complicación, salgo de alta con un tratamiento que me induce menopausia durante tres meses.
Me recupero (ya tengo 6 agujeros en la tripa y el ombligo reconstruido por segunda vez) y decido consultar mi caso con una famosa Doctora de Valencia, especialista en casos difíciles (me he vuelto loca viajando a Valencia ¿?… pues si lo pensé muchas veces… pero tenía que hacerlo) no empezaría tratamiento con ella hasta que no me pusiera mis frigobebes de Madrid (o tal vez…. nunca pensaba hacerlo… pero tenía que llegar hasta ahí para que mi conciencia se quedara tranquila). Empiezo a prepararme para mi último tratamiento, y me ayudo de acupuntura, yoga, dieta saludable…. y toda una batería de medicamentos.
Y de repente aparece Beatriz, y me hace parar…
Y me invita a acercarme a su espacio, y me recuerda que esto, como todo en la vida, no es un proceso mecánico, únicamente de control físico… hay un gran componente emocional, que yo pese a mi formación, estaba pasando por alto y por supuesto tenía descuidado …y en ese ambiente de seguridad, de protección y calidez que ella es capaz de crear … me ayudo a conectar con mi yo … que estaba perdido por la dureza de todos estos años, y por esa coraza que me había construido para poder continuar ….me ayudo a repensar mis emociones, mis miedos, mis afectos … a mí misma.
A darme la importancia que tengo, a parar el ruido incesante de mi cabeza…a co construir nuevamente mi maternidad desde el convencimiento de que sucedería…y allí dejé lo que me sobraba, para salir más ligera y con más paz.
Y con estas energías renovadas y acompañada por Beatriz, afronté mi última transferencia.
Decidimos ir a por todas y sacar a nuestros pingüinos para llevarlos a blastoscistos, asumiendo que tal vez no lo superarían; el día de la transferencia estaban ahí, dos blastos como dos soles… en última fase… a tope de power!!! Y yo triste pensando que esto era el final…. a los 10 días no aguantamos más, y nos hacemos un test de embarazo…sin esperanza… solo por no llevarnos el sofocón el día de la beta…. y se hizo la magia…dos rayas (y nos hicimos como dos test más… no lo podíamos creer). A los dos días beta en la clínica con una cantidad de hormona en sangre de 2013, y en la primera eco…seguían las sorpresas…dos saquitos…
Hoy venimos de la ecografía de la semana 16, mi niño y mi niña están perfectos… y seguimos caminando poco a poco, porque el miedo nunca se va… pero llenos de una felicidad que no se puede explicar y que solo vosotras podéis intuir.
Os quiero decir que nunca vi un positivo en toda mi vida, nunca un amago de implantación… yo era de las que pensaba… a mí no… como tú…
Que mi marido y yo siempre estuvimos unidos, que luchamos el uno por el otro, y que nos quisimos todavía más… esto es muy importante si tienes pareja como si no…. porque el proceso te pasa por encima como una apisonadora… y las relaciones se resienten…familia, amigas, compañeras de trabajo… y ayuda especializada…como en nuestro caso fue Beatriz… necesitas un soporte.
Y finalmente decir, que para nosotros ha sido muy importante recibir acompañamiento e información, ya que este camino es muy complejo en lo médico, en lo personal y en lo emocional…y Beatriz siempre estuvo ahí…
Gracias Beatriz por formar parte de ese grupo de personas que hicieron nuestro sueño realidad».
Marta V
No puedo estar más feliz de haber conocido a Beatriz.
«He pasado por muchos psicólogos, incluso desde Madrid iba a Córdoba por pura desesperación y entonces conocí a Bea, yo no sabía ni lo que era una psicoterapeuta, y a mí me ha ayudado muchísimo.
Os pongo en antecedentes:
Me casé en 2014 con la intención de tener niños rápidamente, tenía un plan de vida muy claro y hasta entonces se había cumplido todo.
Fueron pasando los meses y nada, ni rastro de embarazo. Entonces, obligué a mi marido a hacerse un espermiograma que salió muy alterado, asique el diagnóstico estaba claro (o eso creíamos) y empezó el infierno…
Mi obsesión fue cada vez a más.
Pasamos en la seguridad social por 3 inseminaciones negativas, 3 FIV de las que la primera fue un aborto a las 6 semanas y otra negativa y la tercera un embarazo hasta las 8-9 semanas, las mejores de mi vida hasta entonces, una felicidad máxima, hasta que llegó el aborto… No tuve duelo, no me lo permití y eso fue haciendo cada vez más mella.
Todo esto psicológicamente me estaba destrozando a mí y a mi matrimonio.
Llegó un momento en el que mi marido había pasado a ser un bote de semen andante sin sentimientos y yo súper egoísta, con tratamiento antidepresivo y regocijándome en mi dolor.
No soportaba que mis amigas se quedaran embarazadas, no quería verlas. Me iba aislando y eso suponía más discusiones con mi marido.
Fuimos a la privada en Madrid y de 6 blastocitos no hubo suerte con ninguno, me hice todo tipo de pruebas y tratamientos carísimos para mejorar mi endometrio…
Mi vida se basaba en un aislamiento total para no ver embarazadas y para poder ahorrar para poder pagar todos los tratamientos tan carísimos.
Y aquí conocí a Beatriz, iba sin ninguna fe, la verdad. Había ido ya a 3 psicólogos que no me habían ayudado nada… La conocí a través de Asproin que es una asociación para la infertilidad, era una psicoterapeuta y como había dicho antes no tenía ni idea de qué era eso, pero la llame por teléfono y desde el principio, con esa voz relajante que tiene me ganó.
Las sesiones con Beatriz a veces eran duras, pero ves que ese pozo en el que estás va haciéndose cada vez un poco más alto hasta que ves el final. También me ayudó muchísimo conocer a Dios, (pero eso es otra historia) y Beatriz es una persona súper respetuosa con tus ideas.
Finalmente mi marido y yo fuimos a Valencia a una clínica privada como última oportunidad, esto causó muchos problemas familiares y ahí estaba Beatriz para ayudar a entender lo que tú no puedes porque estas ciega.
A día de hoy (1/2021) estoy embarazada de 34 semanas de mellizos y gran parte es por esa tranquilidad emocional que me iba dando Beatriz en cada una de las sesiones.
Hace tiempo que no tengo una sesión y ella sigue pendiente de mí, de cómo voy en el embarazo y psicológicamente.
La recomiendo 100%, a mí me ha ayudado muchísimo y seguro que lo seguirá haciendo.
Muchas gracias por todo».
Lydia
Empecé con muy poquita esperanza en mí, en ella, en la terapia, en la vida…pero rápidamente empecé a recuperarme. Ahora sé que pase lo que pase, voy a estar bien.
«Cuando contacté con Bea, estaba agotada física y psicológicamente.
Cansada de luchar, de intentarlo, había perdido la esperanza de ser madre pero lo peor es que había perdido la esperanza en mí y en mis recursos. Mis esperanzas y mis fuerzas se quedaron en alguna parte del camino de mi recorrido en infertilidad hace ya tres años, con un proceso de cuatro fivs, cinco transferencias negativas y un embarazo bioquímico.
Cuando decidí buscar el apoyo de Bea, estaba deprimida y desesperada.
Acababa de tener otra transferencia negativa después de una última fiv, que de forma inesperada y casi milagrosa, había dejado cuatro blastocistos “espectaculares”, en palabras del médico. Ante estos resultados casi milagrosos, teniendo en cuenta mi diagnóstico previo de baja reserva ovárica, pensé que ya estaba hecho. Pensé que esta vez sí, que estos cuatro blastos espectaculares que eran nuestra mejor marca, significaban que por fin conseguiríamos ser padres, que todo nuestro esfuerzo había merecido la pena… Pero no fue así. Recurrí a Bea cuando mi segundo blasto espectacular tampoco implantó.
Había conocido a Bea en un taller sobre duelo en infertilidad que imparte de forma gratuita. Me encantó la forma clara, cercana y natural con que explicaba cómo nos sentimos los papás y mamás infértiles. Me gustó mucho que ella contara también su experiencia como mamá original. A partir de ahí, estuvo presente con sus palabras de ánimo, sus vídeos y reflexiones a través del correo electrónico. Siempre me sentía un poquito mejor al leer un correo suyo.
Yo soy psicóloga y estaba haciendo una terapia de corte cognitivo conductual con una gran profesional que me ayudó muchísimo… Sin embargo, sentía que era insuficiente, que no estaba llegando al fondo, que me ayudaba pero no avanzaba.
Así que decidí contactar con Bea que desde el primer minuto se mostró empática con mi historia y se adaptó a mis necesidades.
Le pedí sesiones on line para evitar los tiempos de desplazamiento porque estaba enormemente agobiada. Ya en ese momento con su empatía y su flexibilidad me conquistó.
Su terapia funciona por un lado, por la metodología, ya que se trata de una terapia muy profunda que tiene en cuenta muchísimos aspectos importantes (los miedos más inconscientes, nuestra historia de apego y nuestra historia familiar, los sueños, las situaciones traumáticas de nuestra historia vital…). Y por otro lado,a la vez realiza intervenciones muy concretas, de forma que en cada sesión te llevas algo muy tangible (una frase sanadora, ejercicios, anclajes, reflexiones…) para lidiar con la desesperanza, la impotencia, la angustia y el miedo.
La metodología es importante pero más importantes son las cualidades del terapeuta para que exista una buena alianza terapéutica, sin ello ninguna metodología funciona.
Bea es cercana, divertida, tiene mucho sentido del humor, es tierna como su apellido y sensible. Me siento reconfortada bajo su atenta mirada compasiva e incondicional, siento como me sostiene en mi amargura y mi rabia y como participa de mis alegrías, de mis logros y de mis progresos. Me ha ayudado mucho la mirada de Bea hacia mí y mi historia, una mirada bastante más realista, compasiva y empoderadora de la que yo traía.
Empecé con muy poquita esperanza en mí, en ella, en la terapia, en la vida…pero rápidamente empecé a recuperarme, a sentirme mejor, a reconocer mi sufrimiento y mis fortalezas en todo este duro camino.
Bea es una persona muy linda y le agradezco profundamente toda su ayuda y la manera en que me está acompañando en este camino tan difícil de la infertilidad.
Bea, si no existieras, habría que inventarte.
Ahora me siento mucho más comprometida conmigo, con la terapia, con la vida y con todo aquello que me ofrezca.
Ahora sé que pase lo que pase, voy a estar bien».
Luis
Es impresionante los resultados que obtuve y además a corto plazo.
«Yo tengo claro, que absolutamente todo el mundo, tiene pequeños traumas (lamentablemente a veces grandes) que le han sido generados por las vivencias que hemos pasado durante nuestra infancia. Los padres hacen muchas cosas bien, pero las que hacen mal, se te quedan dentro y marcan bastante tu personalidad y tu manera de actuar y además, muchas veces sin darnos cuenta.
En mi caso, siempre me he considerado poco paciente con las cosas que no me salen bien, me frustro y me estreso. Lo peor de ese estrés es que transmito nerviosismo a mi familia, en este caso mi mujer, y es algo que nunca me ha gustado.
A todo esto, tengo una historia un poco fuera de lo común para algunos y muy normal para otros. Mi mujer y yo, empezamos a buscar el nene hace 9 años.
Pensábamos que por el historial familiar de los dos iba a ser pan comido, pero lamentablemente resultó ser un proceso muy duro, sobre todo emocional.
Estuvimos 8 larguísimos años intentando diferentes métodos y tratamientos. Era muy frustrante porque no teníamos un diagnóstico después de hacernos tantas pruebas.
Lo pasamos muy mal, viendo como toda la gente de nuestro alrededor tenía sus familias montadas y nosotros no podíamos disfrutar de ello.
Después de tanto tratamiento, a pesar de obtener siempre embriones de calidad A y no tener un diagnóstico, decidimos dejarlo por el bien de la salud de mi mujer, que eso siempre ha sido lo más importante para los dos.
Decidimos comenzar la aventura de la adopción. Pasamos todas las pruebas para conseguir la “idoneidad” y llevábamos un año esperando para adoptar en Hungría.
Recibimos mucha formación al respecto, y me di cuenta que el proceso de la creación de un vínculo con una personita que ha sido abandonada por sus padres biológicos requería mucha paciencia y sobre todo, armonía (que ya la había) en nuestra casa. Yo quería mostrar y trabajar la mejor versión de mí mismo para ese niñ@ que viniera y no quería pagar mis frustraciones con el hij@ que íbamos a adoptar.
En este momento, contacté con Beatriz para trabajar esos traumas que siempre he arrastrado conmigo y que hace que me afecten muchas cosas incluso rutinarias.
Es impresionante los resultados que obtuve y además a corto plazo.
Mi mujer alucinaba conmigo en cómo lidiaba con situaciones en las que normalmente mostraba rabia o frustración y ahora era capaz de canalizar mejor mis emociones Y lo que es mejor aún, de dejar de dar importancia y aceptar esas cosas que me han afectado durante tantos años.
Os aseguro que incluso ha mejorado mi relación con mis padres. Sientes como tu mente se abre y agudizas tu empatía, lo cual me ha hecho mejor persona.
Es posible que os preguntéis cómo me ha ido con la adopción. Pues algo impensable ha sucedido la verdad, casualidad o no, ha ocurrido. Fue tener una regularidad en el proceso de aprendizaje con Beatriz, y mi mujer y yo, con 43 años que tenemos, se ha quedado embarazada de forma natural.
Cada cual que juzgue si es casualidad o no, pero lógicamente he analizado todas las variables en la ecuación. Me pregunté a mí mismo, “qué he/hemos hecho diferente últimamente que no hacíamos antes”. Hay unas cuantas variantes, pero sin duda, Beatriz es una de ellas.
Siempre voy a recomendarla como coach, si sabéis lo que es la escucha activa y la asertividad, entonces os puedo asegurar que Beatriz es una maestra en la materia.
Nunca se me va a olvidar cuando la llamé y la conté que mi mujer estaba embarazada. Me transmitió una alegría más que sincera, se nota que conecta con su gente.
¡Muchas gracias Bea! ¡Volveré a contar contigo porque aún tengo mucho que aprender!»
Sara
He conseguido cambios importantes en muchos niveles de mi vida
«Ha sido toda una suerte encontrarme con Beatriz, ella me acompaña desde hace ya algunos meses en el duro camino de la infertilidad. Durante todo este tiempo me ha ayudado a llevarlo mejor con técnicas que usamos durante las sesiones y también con herramientas que pongo en práctica en el día a día o en situaciones concretas.
He conseguido cambios importantes en muchos niveles de mi vida, desde conocerme mejor a mí misma, mejorar mi comunicación de pareja, volver a conectar con mi creatividad, establecer buenos hábitos en mi día a día…
Beatriz tiene una gran capacidad de escucha y empatía y eso me hace estar muy agusto en sus sesiones.
Sus consejos basados en su propia experiencia y conocimiento me resultan muy útiles.
También recomiendo su curso ‘Programa tu mente y corazón para ser mamá’, te enseña a saber escucharte y como darle la vuelta a pensamientos o emociones que no te están ayudando.
Sin duda la recomiendo al 100%.
Gracias por todo Beatriz, seguimos caminando».
-Sara, 36 años-
Pilar
Aprendes a quedarte con lo bueno de todo y a vivir el día a día sacándole el máximo partido
«Cuando comenzaron los tratamientos pensaba que ya estaba todo en manos de los médicos y que ya sería fácil, solo tenía que hacer lo que me decían y se conseguiría.
Pero nadie me contó cómo prepararme mentalmente para todo el proceso…
En mi caso fue largo y en el camino descubrí a Beatriz, alguien que me tendió su mano, su experiencia y su trabajo.
Con ella reconocí mis miedos, los trabajé y en vez de decaer, decidí ir por el camino de la lucha y continuar, sabiendo q no era fácil pero que podía con ello. ¡Y que contaba con muchos apoyos!
Y ya eso merecía la pena vivirlo.
Aprendes a quedarte con lo bueno de todo y a vivir el día a día sacándole el máximo partido desde el autoconocimiento.
Sin duda me dio luz.
Gracias Beatriz por ponerte en mi camino y ayudar en esos momentos tan especiales».
-Pilar, matrona y artista-
María
Beatriz, esa persona en quien necesitaba confiar
«Cuando llegué a Beatriz, estaba devastada, con muy poca esperanza.
Me torturaba por no haber empezado antes a buscar un niño/a y me castigaba continuamente con pensamientos negativos. Pensaba que por mi edad ya no lo iba a conseguir, que estaba todo mal ya que los doctores ya estaban advirtiéndomelo todo el rato con porcentajes.
Un día, buscando respuestas siempre en Internet, vi a la persona que estaba buscando, a Beatriz. Una persona que hubiera pasado por lo mismo y así encaminarme y ayudarme a tomar el control de la situación, rebajar mi ansiedad y asumir que lo que tenga que pasar, pasará…
Al principio me costó mucho abrirme a una persona extraña y contarle todo el proceso privado y personal que estábamos viviendo y más aún por skype.
Tras la primera sesión desaparecieron todas mis dudas y en seguida pudimos conectar, empatizar y me pareció todo un alivio y una descarga de presión.
Gracias a Beatriz pude darme cuenta de que empecé a buscar el bebé en el momento adecuado, lo acepté y pude dejar de castigarme y empezar a perdonarme. También pude empezar a ser más positiva, a meter al menos la duda de ¿y si esta vez sí?’
¡Y fue que sí! ¡El blasto que teníamos esperándonos ha decidido quedarse con nosotros!
Además, todo lo aprendido creo que me ayuda a conocerme mejor, a ser asertiva, a ser más positiva y a no responsabilizarme del resultado porque no está bajo mi control. A poder detectar mis pensamientos negativos, reconocer de dónde me vienen y poder transformarlos.
Lo que más me ha gustado de Beatriz es su tremenda empatía y conexión. También agradezco el alivio grandísimo en los momentos de mayor angustia respondiendo incluso por whatsapp.
Muy contenta y prudente a la par con la situación, solo puedo decir…
“Beatriz, ya eres parte de este nuestro gran proyecto de vida, sin duda. Eternamente, mil gracias”.
Marta
Gracias Beatriz por tus palabras, acertadas y cariñosas siempre.
«En un escenario médico, de citas, prisas y poca empatía, tus palabras son calma y serenidad cuando la incertidumbre es grande.
Tus buenas energías y deseos han sido fundamentales para poder vivir desde la serenidad pasos tan complejos como puede ser una transferencia embrionaria.
Gracias también al audio de relajación que procuraba escuchar cada mañana y me ha hecho sobrellevar mejor la betaespera.
Pero no solo eso, tu consejo y acompañamiento profesional me ayudan a entender, a relativizar. Y, sobre todo a ser más capaz de tomar las decisiones importantes que un proceso de reproducción asistida requiere. Y es que no solo me das un apoyo emocional, también me ayudas como profesional del mundo biosanitario, así la ayuda es multidimensional.
Gracias por apoyarme, es una suerte sentirme acompañada por ti en este proceso.
No es fácil transformar el desosiego en esperanza, y aún seguimos en la lucha, pero tú me ayudas a confiar en que yo también tengo un petirrojo esperándome…»
Si quieres leer historias de mujeres cercanas que han vivido este proceso de diferentes maneras, te invito a visitar esta página: